domingo, 20 de marzo de 2016

El poder de una oración


"... y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo". Así se nos ha prometido y así se cumple, una y otra vez en los testimonios de quienes lo han vivido. Como éste, por ejemplo:



Y no sólo su propia oración, sino también la de los demás, como en este caso: